La Travesía por el río Meta

 

Nuestro destino  hacia Orocué, Casanare comienza de noche. Para llegar al municipio casanareño desde Villavicencio, Meta  hay dos rutas; la primera y mas transitada, es usar la ruta 65 Villavicencio - Yopal, llegando a la capital del departamento del Casanare, seguimos 80 km por la misma ruta 65 con dirección hacia Paz De Ariporo, llegando al km 80 se encuentra el desvío para tomar rumbo hacia Orocué y así culminaría la primera opción de ruta, la segunda alternativa y la que vamos a tomar  para llegar a nuestro destino es por tierra y río.

Tomaremos la ruta 40 que va desde Villavicencio a Puerto Gaitán, un municipio del Departamento del Meta que invita a descubrir la magia del llano y sus costumbres. Este primer viaje nos tomará cerca de 3 horas aproximadamente y aunque no es corto el viaje, se hizo tranquilo, ya que viajamos en horas de la noche para poder descansar y  apreciar el  hermoso y mágico amanecer llanero a orillas del río Meta. 

El tiempo de espera fue leve para poder embarcar, desde que llegamos por tierra hasta que la lancha comienza su travesía por el río Meta. Aquí es posible conseguir transporte y viajar por el río hasta Puerto Carreño, municipio fronterizo con Venezuela, en esta ocasión iremos solo hasta Orocué, todo esto solo  si has reservado con anticipación tu cupo.

Con nuestras maletas y equipos bien protegidos, inicia la ruta por este importante afluente de la región. Observar esos paisajes tan limpios de urbanidad, tranquilos y a la vez tan llenos de vida, nos dan calma, paz, pero sobre todo curiosidad, nos invitan a querer conocer más sobre estar tierras y sus costumbres, adentrarnos en sus paisajes y su gente.

Llegamos a nuestro destino Orocué y nos recibe un  muelle muy curioso; es pequeño y reposa sobre las aguas del río. Desde que llegas sientes la amabilidad y alegría de su gente al verte. Orocué es magia, magia de llano, lleno de vida y de cosas para contar.

En este blog vas a encontrar información sobre nuestro viaje, sobre sus fiestas y costumbres, que aunque en tiempos de pandemia, llevan en el alma y en su historia como la huella que trascienda generaciones.