Fiestas religiosas, entre el olvido y la perdida cultural

 


Celebración de la virgen de la candelaria 

Siglo XV, cuando inician los procesos de las colonización en el territorio de las Islas Canarias, en la isla de Tenerife, se tiene el primer registro de la advocación de la virgen de la candelaria, en donde, se dice que tuvo su aparición por primera vez, con forma de la silueta de la virgen María cargando al niño Jesús en su brazo derecho y en la mano izquierda una vela, candela o lumbre. 

Durante las conquistas hacia el nuevo continente por parte de los españoles, las islas canarias fueron paso obligado para los conquistadores, lo cual antes de zarpar se encomendaba a ella, llevando así esta tradición al nuevo mundo.

En el municipio de Orocué esta celebración tiene registro desde el año 1892 traídas por los misioneros de los agustinos recolectos. Y así fue tomando fuerza en los pobladores siendo infundada obligatoriamente hacia los indígenas, por tal motivo en medio de los pobladores se estaba empezando a caracterizar como una celebración indígena.

El historiador Carlos Cisneros habla sobre sobre la historia de las fiesta religiosas de la virgen de la candelaria en el siglo XX.

     "En esa  fiesta se hacía, estoy hablando el 69 se hacía era toreo, no había Coleo en esa época, en general era  toreo, uno de los ricos del pueblo era el que daba los toros para la fiesta, o sea, para el toreo, se toreaban cada día 5 todos empezaron el 31 a la vez tocaba la banda y todo eso y dicen polvoreros y entonces reventaban pólvora y al otro día me decía, vaya con el toreo Los corrales en cada año en una palma que llamaban acá por aquí en Orocué le decimos manáca, se realicen macana Y entonces contrata banca daño hacía en el corral de manaca y alrededor del Corral la gente paga un impuesto al municipio y hacían los toldos, los famosos toldos de los echaron con palmas y muy ligero y  ahí la gente iba, así que vamos a los toldos a tomar,  habían toldos los que eran de comida otros toldos te harán de bebida otros toldos donde  bien habían chicas por ahí, entonces que señor el señor que  salimos hoy tenía como unas 3000 reses y el daba los toros regalado sea los prestaba. 

A los toreros, traían torero en traje luces, yo miré toreros en traje,  los dos iban de pueblo en Pueblo,  José acabamos bastante y luego si venían contratados y en esa época no era como ahora que se patrocinada la fiesta, sino que la fiesta del mismo pueblo como que la hacía Y entonces se nombraban unas candidatas, por lo menos un mes antes como en diciembre y esas candidatas tenía la misión de recoger plata. Yo recuerdo que una de las candidatas era la candidata de los Llaneros y la otra la cantidad de los comerciantes."

En este relato, Cisneros habla sobre las fiestas a finales de los 60' el cual fue un motor fuerte para la economía de Orocué y una interacción cultural enriquecedora para la región.

en la actualidad vemos reflejado que el tributo a la virgen se ha perdido por parte de sociedad y es solo visto como un pilar económico, no se puede resaltar ni lo cultural porque es traído de otras regiones foráneas ( artistas, música, etc...) 

se ha visto un esfuerzo casi significativo por parte de la iglesia tratar de volver a sus orígenes de las fiestas, volverlo nuevamente un tributo a la virgen de la Candelaria y no un simple espectáculo social. 



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